Inaugurada oficialmente dos meses después, inició su fecunda y azarosa vida como forjadora de preceptores para los primeros años del Perú independiente. Su primer Director fue el ciudadano inglés Diego Thompson, quien implantó el modelo educativo llamado Sistema Lancasteriano en la preparación de los maestros. De acuerdo con este sistema, los alumnos más avanzados se convertían en monitores y contribuían mediante la práctica en el aula a la mejor formación de sus condiscípulos.
En 1850, durante el gobierno de don Ramón Castilla, reinicio sus actividades educativas con la denominación de Escuela Normal Central de Lima. En 1871 modificó su nombre por escuela Modelo de Instrucción Primaria; y en 1905, durante el gobierno de Jose Pardo, se transforma en escuela normal de Segundo Grado. El ilustre educador Jose antonio Encinas se formo en sus aulas. Egreso en 1906, y años más tarde retorno para ejercer la docencia (1911 - 1923). El insigne maestro es autor de la obra pedagógica Un Ensayo de la Escuela Nueva en el Perú.
En 1929, durante el gobierno de Augusto B. Leguía, se le dio el nombre de Instituto Pedagógico Nacional de Varones, y amplió su cobertura de profesionalización a la formación de maestros de Educación Secundaria.
En 1951, asumió la responsabilidad de formar profesores de Educación Técnica y suscribió un acuerdo con el Servicio Cooperativo Peruano Norteamericano de Educación (SECPANE), que hizo posible la construcción de la actual ciudad universitaria.
En Mayo de 1991 tras una frustrada visita del Presidente de la República al claustro, la Cuidad Universitaria es ocupada por un destacamento del ejercito Peruano y se establece una base militar en el campus de la UNE. Similar maniobra se realiza en otras universidades públicas del país. Esta situación se mantendrá hasta 1999.
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En 1995, el Alma Mater del Magisterio Nacional, conjuntamente con la Universidad Decana de América, es nuevamente intervenida por el gobierno de turno. Sus legítimas autoridades fueron suprimidas y se instaló una Comisión Reorganizadora, por mandato de la ley 26457.
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